Durante millones de años el fuego ha formado parte de la dinámica de los ecosistemas terrestres y del ambiente en el cual evolucionaron plantas y animales. Los humanos aprendieron a utilizar el fuego como una herramienta de manejo de hábitats para la caza y la recolección, la agricultura, el pastoreo y la silvicultura. Hoy en día, los incendios forestales están ocurriendo en paisajes transformados por la acción humana y en el contexto del cambio climático antropogénico.
Desde hace décadas se han realizado grandes esfuerzos para transitar de una política centrada en el combate y supresión del fuego a la adopción de estrategias de manejo del fuego basadas en el conocimiento y entendimiento de los procesos ecológicos, integrando objetivos de conservación de la biodiversidad y los ecosistemas, uso racional del fuego en los sistemas de producción agropecuaria y forestal, y protección civil. En México se realizan diferentes proyectos con este enfoque, por lo cual resulta esencial avanzar en el intercambio de los aprendizajes y experiencias que se han generado con apoyo de la Comunidad de Aprendizaje de Manejo del Fuego (CAMAFU, https://camafu.org.mx ), auspiciada por Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN) a través de su Fondo para el Manejo del Fuego y Restauración (FOMAFUR).
La CAMAFU reúne a personas de distintas organizaciones de la sociedad civil, dependencias de los tres órdenes de gobierno e instituciones de investigación y enseñanza, que participan en proyectos en diferentes áreas naturales protegidas federales y sus zonas de influencia en regiones prioritarias para la conservación de la biodiversidad.
Este año de 2023, se llevó a cabo el XII Encuentro de la CAMAFU del 12 al 14 de junio en la Estación Científica Las Joyas (ECLJ) de la Universidad de Guadalajara, ubicada en la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán (RBSM). El encuentro fue organizado por FMCN en un área protegida federal donde la colaboración entre la Dirección de la reserva, que depende de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la Junta Intermunicipal del Río Ayuquila (JIRA), y la Universidad de Guadalajara, han desarrollado un modelo avanzado de colaboración institucional y la continuidad de proyectos de manejo integral del fuego durante más de 20 años con el apoyo de FMCN.
Este año, el FMCN organizó el XII Encuentro de la CAMAFU en estrecha colaboración con la JIRA, la Dirección de la RBSM (CONANP) y el Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara a través de la División de Desarrollo Regional y el Departamento de Ecología y Recursos Naturales con los siguientes objetivos:
1. Conocer el marco institucional de los trabajos de manejo del fuego en la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán (RBSM) y la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente del Río Ayuquila (JIRA);
2. Conocer la experiencia de monitoreo de incendios forestales y quemas prescritas en la RBSM y su región de influencia;
3. Intercambiar experiencias de monitoreo y evaluación de incendios, quemas controladas y quemas prescritas entre los proyectos del Fondo de Manejo del Fuego y Restauración (FOMAFUR) del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN);
4. Identificar acciones para el fortalecimiento de los procesos de monitoreo de los efectos del fuego para generar información para la toma de decisiones en el marco de los proyectos de FOMAFUR.
El evento, en el que participaron 40 personas, fue inaugurado el lunes 12 de junio en Autlán, Jalisco, por la maestra Ana María de la O Castellanos Pinzón, Rectora del CU Costa Sur de la Universidad de Guadalajara. Durante la ceremonia inaugural, el maestro Juan Manuel Frausto Leyva, Director de Desarrollo de FMCN, explicó los objetivos del Encuentro de la CAMAFU y el Mtro. Adrián Méndez Barrera, Director Regional de Occidente y Pacífico Centro de la CONANP, quien participó por videoconferencia, resaltó la importancia de los proyectos de manejo del fuego en el marco de la conservación del patrimonio natural en las áreas naturales protegidas. Durante la inauguración se contó con la presencia de representantes de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) del Gobierno de Jalisco y el Ayuntamiento de Autlán. Después de la ceremonia inaugural, se realizaron dos presentaciones, la primera sobre la RB Sierra de Manantlán, a cargo de su Director Carlos Alberto Gallegos Solórzano, y la segunda sobre la JIRA a cargo de su Director, Oscar Ponce Martínez. Posteriormente los participantes en el Encuentro de la CAMAFU se trasladaron a la RB Sierra de Manantlán donde realizaron recorridos de campo dirigidos por el profesor Enrique J. Jardel Peláez del CU Costa Sur y Germán Guzmán de la Dirección de la RBSM (CONANP), para observar ejemplos demostrativos de prácticas de quemas prescritas, exclusión de incendios y conservación de hábitats silvestres y discutir los avances en la investigación sobre ecología y manejo del fuego que se han realizado en la ECLJ y sus alrededores desde hace 35 años. Durante los recorridos se enfatizaron aspectos sobre el monitoreo de incendios forestales, la caracterización y clasificación de combustibles forestales, los efectos ecológicos del fuego en los bosques y la respuesta de las comunidades de plantas y fauna silvestre a las prácticas de manejo.
Los recorridos de campo se realizaron por la mañana durante los dos días del encuentro y durante las tardes se realizaron presentaciones de avances y resultados de proyectos apoyados por el FOMAFUR y sesiones de intercambio de conocimientos y experiencias entre los participantes. Se presentaron trabajos sobre distintos temas como:
• El Programa Nacional de Manejo del Fuego y el Sistema Nacional de Predicción de Peligro de Incendios (César Robles, CONAFOR);
• Las primeras experiencias en la aplicación de quemas prescritas en sabanas tropicales de la península de Yucatán (Diana López, Pronatura Yucatán A.C.);
• El manejo del fuego en praderas para la restauración de hábitat de bisontes y perritos de las praderas en la reserva Maderas del Carmen, Coahuila (Arnulfo Hernández, Terra A.C. y Julio Carrera, CONANP);
• El manejo del fuego y el monitoreo comunitario en zacatonales de alta montaña en Milpa Alta, en los alrededores de la Ciudad de México, donde se encuentran especies endémicas como el gorrión serrano y el zacatuche o conejo de los volcanes (Alonso Gutiérrez y Ana Laura Domínguez, Promoción y Desarrollo Social A.C.);
• Las experiencias de manejo del fuego en ecosistemas contrastantes como las selvas tropicales estacionalmente secas de la RB La Sepultura, Chiapas, los pastizales de la reserva de Janos en el norte de Chihuahua, y los humedales del Lago de Texcoco en el Estado de México (Jorge Pulido, consultor independiente y experto de la CONANP).
La discusión se enriqueció con las observaciones realizadas durante los recorridos de campo en la Sierra de Manantlán y las aportaciones de otros participantes que llevan a cabo proyectos desde Baja California Norte hasta Chiapas. El evento había sido planeado para realizarse hasta la segunda semana de junio, esperando que ya hubiera finalizado la temporada de incendios forestales en esta parte del país con el inicio de la estación lluviosa. Sin embargo, dadas las condiciones atípicas de la prolongada sequía que estamos viviendo en la región y el país, varios de los participantes inicialmente programados no pudieran asistir por estar atendiendo los incendios que todavía se mantenían activos al inicio de la semana en los municipios de Autlán, Tuxcacuesco y San Gabriel. Las implicaciones de los efectos del cambio climático global como factor de alteración de los regímenes de fuego fue uno de los temas discutidos durante el encuentro de la CAMAFU. El manejo ecológico del fuego es un tema de especial importancia para la conservación de la biodiversidad y los servicios ambientales de los ecosistemas en el contexto del cambio ambiental.
Por Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza A.C.
Departamento de Ecología y Recursos Naturales, División de Desarrollo Regional, CU Costa Sur, Universidad de Guadalajara.
Junta Intermunicipal de Medio Ambiente para la Gestión Integral de la Cuenca Baja del Río Ayuquila (JIRA)
Dirección de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, CONANP.
Para más información:
¿Qué es el manejo del fuego?
Durante millones de años, desde que existe vegetación terrestre y una atmósfera rica en oxígeno, el fuego ha formado parte de la biosfera, la capa de la Tierra donde prospera la vida. Diversos regímenes de incendios, caracterizados por la frecuencia, estacionalidad, intensidad, severidad y tamaño de los eventos de fuego, han formado parte de la dinámica de los ecosistemas terrestres y del ambiente en el cual evolucionaron las especies de plantas, hongos, microorganismos y animales silvestres.
Desde la aparición del género Homo, al cual pertenece nuestra especie, la gente aprendió a utilizar el fuego y este se convirtió en una herramienta de manejo de los hábitats silvestres de donde se obtiene una gran variedad de recursos bióticos utilizados como fuente de energía, alimentos y materiales para el sustento humano.
Durante miles de años el fuego ha sido manejado como parte de la caza y la recolección, el cultivo agrícola, la ganadería y la silvicultura. No es sino hasta tiempos relativamente recientes que las sociedades urbanas comenzaron a percibir el fuego en los bosques y tierras silvestres como un factor destructivo que, bajo la idea de que los seres humanos pueden controlar las fuerzas de la naturaleza, debería ser suprimido o eliminado. Los esfuerzos por suprimir el fuego, sin embargo, crearon un nuevo problema al alterar la estructura y dinámica de los ecosistemas forestales y favorecer la acumulación de biomasa combustible, produciendo las condiciones para incendios más intensos, severos, peligrosos y resistentes a las acciones de combate de incendios.
En la época actual, la vulnerabilidad de los ecosistemas a la alteración de los regímenes de incendios naturales o históricos se ha incrementado por la transformación del paisaje y el cambio climático global causados por la acción humana.4 Esto implica la necesidad de transitar de la política de supresión de incendios a la puesta en práctica de estrategias de manejo del fuego basadas en el conocimiento y entendimiento de la ecología y orientadas por objetivos de conservación de la naturaleza, aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, restauración ecológica y protección civil.
Como parte del manejo del fuego se realizan diferentes actividades que incluyen desde la prevención física, cultural y legal de incendios, el manejo de los combustibles forestales para mitigar el peligro de incendios y conservar o restaurar hábitats mediante quemas prescritas (planificadas, ejecutadas y evaluadas con un propósito definido) y otros métodos (silvicultura preventiva, control mecánico, etc.), excluir el fuego en ecosistemas o hábitats sensibles a los efectos de incendios, combatir el fuego en los casos en los que este representa un peligro para centros de población, usar adecuadamente el fuego en sistemas de producción o remplazarlo por otras alternativas que sean apropiadas en términos ecológicos, económicos y sociales, generar conocimiento a través de la investigación, construir y fortalecer capacidades, fomentar el soporte público a través de medios adecuados de comunicación, desarrollar formas de organización y mecanismos de colaboración, etcétera.
El manejo del fuego puede definirse como el conjunto de intervenciones técnicas, institucionales y comunicativas planificadas que están dirigidas a:
1) Manejar los regímenes de incendios con el propósito de conservar y, en su caso, restaurar ecosistemas y mantener a largo plazo sus servicios de soporte de vida, regulación ambiental, suministro de recursos naturales y preservación de valores culturales.
2) Usar racionalmente el fuego como herramienta en la producción agrícola, ganadera y forestal sostenibles y en la conservación de hábitats silvestres y la biodiversidad que albergan.
3) Proteger a los centros de población, los sistemas productivos y la infraestructura de los efectos negativos del fuego y, al mismo tiempo, proteger a los ecosistemas de los incendios causados por actividades humanas.
Para poner en práctica el manejo del fuego, se requiere de:
1) Organización y cooperación entre los actores involucrados en la gestión del territorio y los recursos naturales y la conservación.
2) Generación de conocimiento a través de la investigación científica, el diálogo de saberes entre campesinos, técnicos, funcionarios y científicos, y la evaluación de la experiencia práctica, para establecer las bases conceptuales y metodológicas de la planificación, seguimiento y evaluación del manejo del fuego.
3) La construcción y fortalecimiento de capacidades para poner en práctica el manejo del fuego a través de un enfoque adaptativo de experimentación y aprendizaje.
4) La comunicación con los actores sociales involucrados para el conocimiento y entendimiento de la ecología y el manejo del fuego y el desarrollo de una base de apoyo público.
5) La planificación, organización, seguimiento y evaluación de todas estas actividades, integradas en programas de manejo del fuego que forman parte de los instrumentos de gestión del territorio y el medio ambiente, las áreas naturales protegidas y las unidades de producción forestal.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“2023, año del fomento a la formación integral con una red de centros y sistemas multitemáticos” Autlán de Navarro Jalisco, 20 de junio de 2023.
Por Enrique J. Jardel Peláez
Departamento de Ecología y Recursos Naturales, División de Desarrollo Regional, Universidad de Guadalajara-Centro Universitario Costa Sur, enrique.jardel@academicos.udg.mx
