Los materiales han cambiado la forma de construir cada uno de los satisfactores con los que estamos relacionados, y esto les ha conferido la mayor relevancia. Cada actividad desarrollada por los seres humanos está influida en mayor o menor medida por los materiales; estos son utilizados en el transporte, la vivienda, la vestimenta, la comunicación y la alimentación, solamente por citar algunos segmentos. A lo largo de la historia, el desarrollo de las sociedades ha estado relacionado con la capacidad de sus miembros para producir y trabajar los materiales necesarios para satisfacer sus necesidades, es por ello que incluso las civilizaciones se conocen con el nombre del material que alcanza su mayor grado de desarrollo; tal es el caso de la Edad de Piedra, Edad de Bronce o la Edad de Hierro. Actualmente los adelantos electrónicos más sofisticados se basan en componentes denominados materiales semiconductores y nos encontramos en la etapa de transición entre la era del plástico y la era del silicio.
A lo largo de los años, el hombre descubrió técnicas para producir materiales con propiedades superiores a las de los naturales. Es reciente en términos históricos, la comprensión de la relación que existe entre elementos estructurales de los materiales y sus propiedades y en un periodo que comprende los últimos 80 años, se han desarrollado miles de materiales distintos con características muy especiales para satisfacer las necesidades de nuestra sociedad.
El progreso de muchas tecnologías, que aumentan el confort de nuestra existencia, va asociado a la disponibilidad de materiales adecuados. El avance en la comprensión de un tipo de material suele ser el precursor del progreso de una tecnología. Por ejemplo, la fabricación de automóviles fue posible por la aparición de un acero idóneo y barato o de algún sustituto comparable.
La experiencia internacional muestra que para detonar el desarrollo en ciencia, tecnología e innovación es conveniente que la inversión en investigación científica y desarrollo experimental (IDE) sea superior o igual al 1% del PIB. Por su parte, el Plan Estatal de Desarrollo 2013–2033 del gobierno del estado de Jalisco, en su apartado de Innovación, se han identificado como áreas de oportunidad o especialización económica para potenciar la innovación, algunas que están directamente relacionadas con la ingeniería de materiales. Dicho Plan define esas áreas como prioritarias para impulsar la entidad, dado que se considera que la aplicación de recursos en estos ámbitos tendrá una mayor eficiencia e impacto para potenciar la innovación. En este sentido, la innovación en materiales facilita el desarrollo social, ofreciendo oportunidades laborales novedosas, lo cual mejora el poder adquisitivo de los habitantes de la región. Por ejemplo, en Estados Unidos de América un alto porcentaje de la industria electrónica se ha desarrollado en el Valle del Silicio, provocando que grandes empresas se establezcan en la zona, esto ha incrementado el poder adquisitivo de sus habitantes y ha aumentado la plusvalía de los bienes inmuebles. Un caso similar al del Valle del Silicio, pero con industrias maquiladoras, se ha desarrollado en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Por otro lado, dentro del contexto minero nacional, el estado de Jalisco ha destacado por su producción de plata, plomo, zinc, oro y cobre; más recientemente en la explotación de estaño, manganeso y fierro. Entre los minerales no metálicos son importantes la diatomita, caliza, arcilla, caolín, barita, halita, yeso, mármol, cantera, ópalo, obsidiana, perlita, pumicita y cuarzo entre otros.
Los distritos mineros metálicos más importantes en la región Sierra de Amula y Costa Sur son:
- Cihuatlán-La Huerta-Purificación: fierro.
- Cuale-El Rubio-Amaltea-Aranjuez: oro, plata, plomo, cobre y zinc.
- El Grullo-El Limón-Chiquilistlán: oro, plata, cobre y barita.
- Tapalpa-Atemajac: oro, plata y cobre y barita.
- Navidad-San Sebastián-Los Reyes: Barqueño-Peña de Oro-Guachinango: oro, plata.
- Autlán de Navarro: manganeso.
- Unión de Tula-Ayutla: cobre.
Los minerales no metálicos y rocas industriales tienen una gran relevancia en la entidad, ya que en ella existen 2 fábricas de cemento, alrededor de 10 caleras y plantas para la calcinación de yeso. De esta forma, las calizas del área de Tecolotlán y las calizas, arcillas y yeso de Huescalapa y Tamazula han sido intensamente explotadas. La posición que ocupa la producción minero-metalúrgica del estado de Jalisco a nivel nacional por producto, es como sigue: tiene el primer lugar nacional en producción de diatomita; el segundo en talco; el tercero en arena, caolín, feldespato, grava y mármol; el cuarto en fierro, bentonita, calcita y caliza; el treceavo en plomo; el quinceavo en zinc; y el dieciseisavo en oro, plata y cobre. (http://siga.jalisco.gob.mx/moet/PropuestaDeOrdenamiento/minera.htm)
Los avances recientes en dispositivos electrónicos, médicos, y materiales de alto rendimiento, así como las nuevas tecnologías para prevenir y remediar daños ambientales e incrementar la productividad agrícola, surgen a partir de innovaciones y mejoras continuas desarrolladas por ingenieros en diversas áreas relacionadas con los materiales, tales como ingenieros químicos, mecánicos, civiles, etc. De ahí que es necesario formar investigadores de alto nivel, con los conocimientos necesarios para poder enfrentar los retos del sector industrial y la sociedad moderna. Es por estas razones que el desarrollo de nuevos materiales con aplicaciones innovadoras favorece la generación de empleos en diversas áreas que van desde la extracción, transformación, investigación, modelado, nuevas aplicaciones industriales, reciclado y reducción de residuos sólidos urbanos para posteriormente su comercialización a diferentes niveles.