Un alimento que abre oportunidades: CUCostaSur inaugura su Comedor Comunitario

Para muchos estudiantes del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCostaSur), la preocupación diaria no solo es aprobar un examen o cumplir con sus prácticas, sino tener la certeza de contar con un plato de comida. Este 17 de septiembre, esa realidad comenzó a cambiar con la apertura del Comedor Comunitario, un proyecto que ofrecerá 103 becas alimentarias diarias a jóvenes en situación económica vulnerable.

La iniciativa, presentada en la Sala de Exrectores de la Biblioteca Antonio Alatorre, busca convertirse en un apoyo directo para la permanencia escolar. Durante la reunión informativa, la rectora general de la Universidad de Guadalajara, Mtra. Karla Planter Pérez, reconoció la trascendencia del esfuerzo. “La Universidad de Guadalajara es la universidad que atiende a los estudiantes con más necesidades. Algunos comen comida chatarra y otros tienen dolor por no comer. Con este proyecto los comedores universitarios se están institucionalizando y ustedes son un ejemplo de solidaridad y compromiso”, señaló.

El comedor no es solo un espacio para servir alimentos: es también un reflejo de la realidad de la región. Así lo subrayó la rectora del CUCostaSur, Mtra. Ana María de la O Castellanos Pinzón“Nuestros alumnos provienen de familias de agricultores, ganaderos, comerciantes y empleados. Cuando no hay buen temporal, se afecta su permanencia en la universidad. Con estas becas queremos decirles a los padres y alumnos: sí se puede continuar”, dijo, recordando que este semestre se otorgarán 100 becas de alimentos, frente a una matrícula superior a 3,500 estudiantes.

La Dra. Lorena Medina, jefa del Departamento de Estudios Turísticos y coordinadora del programa, detalló que el comedor ofrecerá un desayuno en turno matutino y una comida en turno vespertino. Los beneficiarios recibieron un kit de recipientes divididos, cilindros y bolsas de manta numeradas, como parte de las medidas de higiene y logística. “Queremos que este comedor funcione bajo estándares muy claros: cuidando la salud de los alumnos, verificando alergias alimentarias y fomentando hábitos de higiene. También invitamos a los beneficiarios a integrarse de manera voluntaria a la preparación y logística durante una hora a la semana”, explicó.

Desde el aspecto nutricional, la Mtra. Carmen Livier García Flores, jefa del Departamento de Salud y Ecología Humana, aseguró que la alimentación no solo será suficiente, sino también balanceada y culturalmente cercana. “Se diseñaron dietas variadas, agradables y con alimentos de la región, respetando costumbres y tradiciones. Si detectamos algún caso especial de salud, podremos darle seguimiento”, señaló.

Para los estudiantes beneficiarios, el comedor representa un alivio tangible. entre los asistentes reinaba la emoción por recibir no solo alimento, sino también la certeza de que la universidad respalda su esfuerzo académico. “Es una oportunidad para continuar con mis estudios sin preocuparme tanto por la comida”, expresó Rubí, una alumna durante la inauguración.

El acto concluyó en el Edificio V, donde se sirvieron las primeras raciones. Más allá de la comida, el proyecto simboliza la solidaridad de una comunidad universitaria que entiende que aprender con hambre no es aprender, y que un plato servido con compromiso puede significar la continuidad de un sueño académico.

Atentamente: 

“Piensa y Trabaja”

“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”

Autlán, Jalisco, 17 de septiembre de 2025

Texto: Antonio Corona 

Fotografía: Unidad de Difusión